Para que cualquier educación
sea posible tiene que existir una relación educativa entre actor y agente, es
decir entre el educando y el educador. En el centro de esa relación estará
siempre el educando, como protagonista del aprendizaje. El educador será el
segundo elemento imprescindible, ya que sin su ayuda el logro educativo será
muy difícil.
El concepto de educador engloba tanto a las familias, como a los
sistemas educativos, dentro de los que incluiríamos a los profesores, escuelas,
instituciones. También se deben considerar educadores los medios de comunicación,
las nuevas tecnologías, el grupo con quién se relaciona el individuo, la
sociedad y un largo etcétera, sin entrar en que la influencia de estos sea
positiva o negativa. La importancia de estos últimos no debe olvidarse pues son
fuertes transmisores de la sociedad, son capaces de acercar culturas y de expresar
la realidad desde diferentes miradas.
En los escenarios cotidianos se están
generando aprendizajes cercanos y significativos a los que no se debe restar
importancia. Se debe guiar al educando para que sepa interpretar lo que se dice
en estos medios, pero también lo que no se dice, lo que no se ve.
Todo educador deberá conocer
cuales son sus responsabilidades, cuál es el mejor método para llevarlas a
cabo, cómo debe interactuar con otros educadores para conseguir su objetivo.
Esto solo lo conseguirá a través de una profesionalización de su tarea
educadora. Los profesionales de la educación deben estar capacitados para
enseñar a los alumnos a reconocer, entender, interpretar y a transmitir la
información en cualquier soporte. A ser críticos, a situar la información
dentro de su contexto y a convertirla en conocimiento.
La educación debe adaptarse a
los ritmos de cada individuo, acompañarlo de forma intencionada en todo su
proceso de maduración con el fin de enseñarle a conocer, a elegir, a corregir
sus errores. La educación debe estar planificada para conducir al individuo de
forma deliberada hacia su maduración, que no alcanzaría solo mediante su
evolución biológica. El proceso educativo debe ser intencionado y exigir sistematización, es
decir organización de los factores que intervienen en el proceso. (Claves para
la educación, 2009)