viernes, 15 de febrero de 2013

Sociedad de la información

En los años 60 del siglo XX, una tecnología hasta ahora prácticamente desconocida, comenzó a desarrollarse de forma espectacular en algunos países. La posibilidad de comunicarse de un lado a otro del planeta se hizo real. Esto supuso que las industrias dedicadas a las Tecnologías de la Información y Comunicación crecieran tres y cuatro veces más que el resto, llegando a convertirse en grandes corporaciones multinacionales. Las nuevas tecnologías se implantaron en poco tiempo en la sociedad, tanto en el terreno laboral como en el personal, naciendo así la llamada sociedad de la información, que cambió la forma de concebir el mundo, las comunicaciones, la información.
Las posibilidades que estas tecnologías supusieron para las personas, eran impensables hasta el momento. No solo incorporaron estos artefactos a sus vidas para usarlos de forma convencional, sino que (y esto es lo más importante) los modificaron. 
Algunos usuarios, a los que llamaremos nativos, empezaron a construir nuevos programas, nuevos sistemas operativos y múltiples aplicaciones para adaptar los equipos, la tecnología a sus necesidades.  
La informática se puso al alcance de todos. Se desarrolló un conocimiento social al margen de la educación formal, de empresas y organismos. 
Y aunque este conocimiento dependía de si el individuo nacía en un país desarrollado o no, o en el seno de una familia o en otra, se dio la paradoja de que en numerosas ocasiones, los alumnos disponían de mayores aptitudes y conocimiento de todas las nuevas tecnologías que las propias instituciones educativas. Esta revolución tecnológica supuso también que se acrecentara aún más la brecha entre los países que incorporaron estas nuevas tecnologías y los que tardaron en hacerlo, o simplemente no lo hicieron. (Nuevos alfabetismos, 2008)




lunes, 4 de febrero de 2013

Alfabetización: ¿educación o adiestramiento?

Avanzando en el tiempo, después de la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos de algunos países pusieron en marcha campañas de alfabetización con el fin de enseñar a la población (casi en su mayor parte campesinos analfabetos) actividades propias de las economías y sociedades modernas a las que intentan imitar.


 Se trataba de adiestrar obreros para que cubrieran  las necesidades de la industria capitalista y en la mayoría de las ocasiones suponía que estos perdieran su cultura tradicional. Pero ¿eso era educación? En muchos casos la riqueza material de algunos de esos países aumentó, pero la distribución de la misma fue muy desigual y la inversión en educación escasa.