Conclusión

Hasta ahora, el modelo económico en España favorecía el que personas con poca formación alcanzase trabajos no demasiados cualificados pero con ingresos importantes. Por suerte parece que  el mensaje del éxito fácil está cambiando.

Muchos pedagogos como Ramón Pérez Juste Catedrático de Metodología en UNED, sostiene que a determinados chicos que han perdido todo el interés por el estudio, no se les debe excluir del sistema educativo pero  se les debe dar un tipo de enseñanza adecuada a sus necesidades, una enseñanza cuasi profesional, con la correspondiente titulación.
Lo cierto es que la transformación social y democrática que se ha producido en España siempre ha estado apoyada por el sistema educativo español, que en definitiva ha formado ciudadanos.

La educación es el motor del desarrollo económico y social de un país.

Por eso esta asignatura pendiente, el fracaso escolar, no debe dejarnos indiferentes.

Profesores

La actitud y capacidad del profesorado frente a los nuevos retos de la educación es otra de las claves del fracaso escolar. Los profesores españoles están bien preparados en su disciplina en su especialidad, pero su formación pedagógica es insuficiente. ¿Quién los enseña a enseñar?
En las universidades por vía reglada no encuentran una formación adecuada para poder atender los problemas que se dan ahora. En general están preparados para atender a alumnos que no presentan dificultades, que tienen facilidad para asimilar lo que el profesor les enseña, pero cuando hay alumnos que presentan problemas, el profesor no es que no quiera, es que no sabe atenderlos.
Actualmente los profesores en sus clases deben enseñar física y química, hacer en muchos casos de segundo padre, detectar disfunciones del aprendizaje, luchar contra la xenofobia, atender la diversidad, luchar contra los conflictos. Para eso tienen que estar preparados y formados, tienen que mantener un alto nivel de actualización profesional.
Los estudios demuestran sin embargo, que son muy pocos los que siguen actualizando su formación.

Los profesores por su parte, demandan mayor flexibilidad de horarios para asistir a cursos formativos. La compensación económica no se corresponde para los profesores con su reconocimiento profesional. No hay un desarrollo profesional que les compense desde el punto de vista de satisfacción personal. Con lo cual hay el número de profesionales que se reciclan es muy reducido.

Te deseo...

 ¡¡FELIZ 2012!!

Te deseo primero que ames, y que amando también seas amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar, y que después de olvidar, no guardes rencores.

Te deseo también que tengas amigos. Y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo que tengas enemigos, ni muchos ni pocos, en la medida exacta para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente.

Y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer. Y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor, y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esa manera, sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes tu semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho un árbol.

Te deseo  además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico, y que por lo menos una vez por año, pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: "esto es mío". Sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

Te deseo por fin, que siendo hombre, tengas una buena mujer y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo nada más que desearte.

Víctor Hugo